En una ceremonia cargada de emociones y significado, el Colegio Providencia de Linares llevó a cabo la tradicional liturgia de entrega de polerones representativos para la promoción de estudiantes de cuarto año medio 2024. Este evento, marcado por la solemnidad y compañerismo, celebró el culmen de la escolaridad de estas jóvenes, mientras se preparan para embarcarse en nuevos horizontes.
Durante la liturgia nuestra directora, la Sra. Ema Benítez Valdivieso, se pronuncio con palabras llenas de aliento y sabiduría hacia las estudiantes, reconociendo que este último año en el establecimiento es un momento de transición crucial. Se destacó la importancia de asumir responsabilidades y tomar decisiones conscientes, especialmente en lo referente a su futuro académico. Cada estudiante fue instada a reflexionar sobre el papel que desempeñarán en la sociedad y la importancia de elegir sabiamente su camino.
El mensaje entregado durante la liturgia resonó profundamente en las estudiantes, quienes recibieron con gratitud y solemnidad sus polerones representativos de parte de sus profesores jefes. Estos símbolos no solo representan el fin de una etapa, sino también el comienzo de nuevas oportunidades y desafíos. Las jóvenes lucieron orgullosas sus polerones durante este año 2024, los cuales son símbolos tangibles de su paso por el colegio y de los lazos que han forjado a lo largo de los años.
Después de la entrega, el ambiente se llenó de alegría y compañerismo mientras las estudiantes se reunían para capturar el momento en fotografías que inmortalizarán este importante hito en sus vidas. Estas imágenes serán testigos de los recuerdos compartidos y las amistades que perdurarán más allá de las aulas.
La jornada de entrega de polerones en el Colegio Providencia de Linares no solo marcó el fin de una etapa, sino también el comienzo de un nuevo capítulo lleno de promesas y posibilidades. Las estudiantes están preparadas para asumir los desafíos que les depara el futuro, llevando consigo el espíritu y los valores inculcados durante el tiempo que han sido parte de nuestro establecimiento, siempre al amparo de Dios Padre Providente y Mará Madre de Dolores, además de la esencia de nuestra fundadora Madre Bernarda Morin.
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