NUESTRA HISTORIA
Al rememorar la historia de la fundación de la Providencia en Linares se tiene la sensación de encontrarse con un ejemplo vivo de la generosidad sin límites, de un corazón humano que fue capaz de hacer suyas las palabras del señor: “hay mayor felicidad en dar que en recibir “(Hechos.20, 35) y que hoy nos anima a ser una Colegio en Pastoral, donde todo el quehacer educativo se desarrolla en base al Evangelio, donde Cristo es el centro de nuestro diario vivir y eje transversal para la vida académica de toda la Comunidad. Somos un Colegio perteneciente a la Congregación de las Hermanas de la Providencia, donde se hace vida el carisma legado por madre Emilia y Madre Bernarda que es la manifestación de los misterios de Dios Providente y de nuestra Señora de los Dolores en la caridad compasiva y en la solidaridad creativa y profética con los más pobres.
La fundación de la Casa de la Providencia de Linares se remonta al año 1896, debido a la acción benefactora de la ilustre dama linarense Sra. Adelina Ibáñez de Zurita, quien en el último decenio del siglo pasado, después de recorrer varias comunidades que sirven a los más necesitados, se decide por las Hermanas de la Providencia, por sus obras y por la devoción a la Virgen de los Dolores.
En 1893 la señora Adelina, solicitó con insistencia la presencia de un colegio con el Carisma de las Hermanas de la Providencia, al servicio de la Comunidad de Linares, su pueblo natal.
Después de varias conversaciones y demandas de parte de la congregación, que consistían en el ingreso de nuevas aspirantes y por otra parte la señora Adelina esperaba que Dios se mostrara favorable con su siembra de trigo, en la cual había puesto su confianza, para aumentar su caudal caritativo. Los dos signos se hacen realidad y en menos de dos años llegaron las postulantes deseadas y el trigo se triplicó en su producción.
Es así como el 3 de agosto de 1896, la señora Adelina firmó ante notario su testamento haciendo donación irrevocable a la Congregación de las Hermanas de la Providencia, de parte de sus bienes, entre ellos la casa donde se dieron inicio a las primeras actividades escolares, cuyo objetivo era educar a las niñas de escasos recursos y de los sectores rurales en forma gratuita.
Las Hermanas responsables del Instituto en Santiago a cargo de la Madre Cecilia Bascuñán, al ver la generosidad de la señora Adelina, se decidieron concretar la fundación, preparando los recursos humanos y materiales.
La Comunidad fundadora llega a Linares el 14 de septiembre de 1896 y es Madre Bernarda quien acompaña a las 4 religiosas, quienes formaron la comunidad de las hermanas de la Providencia en Linares. Ellas son: hermanas María Dominga Goñi , Gertrudis Rossel, María Manuela Albornoz y Teresa Jesús Valenzuela. El recibimiento a la llegada de las Hermanas, fue todo un acontecimiento para la comunidad linarense, manifestando alegría y agradecimiento por su arribo a nuestra ciudad. A pesar de la torrencial lluvia desatada, les brindaron la más cálida bienvenida, ofreciendo sus mejores carruajes para el traslado de las recién llegadas y de sus equipajes, que consistían en menajes para amenizar las ceremonias litúrgicas y algunas imágenes de devoción como la de María, Madre de Dolores, quien aún nos acompaña y acoge en el nuevo edificio.
El Sr. Párroco don Delfín del Valle a nombre de la iglesia diocesana, dio la bienvenida a la comunidad y les transmite las esperanzas que en ella se cifraban: “afianzar la moral en el pueblo, fomentar la instrucción religiosa y ejercer la caridad cristiana, en favor de las personas necesitadas” .
Familiares y amistades a nombre de la benefactora señora Adelina, les brindaron atenciones, con sencillez, amabilidad y cortesía.
Las hermanas destacarían más tarde estas cualidades como propias de la idiosincrasia del pueblo linarense, al cual habían sido enviadas.
Al día siguiente se recibe la primera alumna, para su educación, Claudia Toledo, dando con ello inicio a la escuela básica y a su internado, emprendiendo desde ese momento su gran labor educativa en beneficio de los más necesitados.
Con el correr de los años el internado, quien cumplió una labor importante para las niñas que vivían en sectores alejados, es remodelado con todo lo necesario para el bienestar de las alumnas provenientes de sectores rurales, Artífice de esta obra fue Madre Dolores de la Barra y Madre Lucila Barrantes y con la presencia de Madre Inés Beros, siendo en aquella época la directora del internado.
Han pasado generaciones de familias y de estudiantes, tanto del campo, de la ciudad y sus alrededores, que sin duda llevan dentro de sí el sello de la Providencia que proclama que ”Dios es un Padre que siempre cuida con amor y ternura a sus Creaturas”.
El primero de abril de 1980, “La Escuela Particular N° 7 La Providencia”, crea el primer curso de párvulos, que abrió sus puertas a 54 pequeñas de Kínder para brindarles una educación acorde a la época.
En el año 1996 se celebró el centenario del establecimiento con diversas actividades y una Eucaristía en la Catedral, presidida por Monseñor Carlos Camus, dando término a esta celebración con un acto solemne, en conmemoración a los 100 años de vida del Colegio.
En este mismo año el colegio se adjudica el premio a la Excelencia Académica y desde esa fecha a la actualidad se ha mantenido en el tiempo. En el área académica los resultados han ido aumentando sus cifras de logro, en bien de nuestras estudiantes y de toda la comunidad educativa. Debido a los requerimientos del ministerio de educación, en el año 2001 se incorporó nuestro colegio a la Jornada Escolar Completa. Ante esta situación fue necesario iniciar la construcción de un nuevo edificio.
En el mes de diciembre de 2005 se tomó la decisión de cerrar el internado debido a la baja matrícula de postulantes. Esta escasez de alumnas internas, se debió a los cambios que trajeron consigo el progreso de la ciudad y la conectividad con los lugares rurales.
El año 2008 se incorporó la Enseñanza Media, con la finalidad de entregar a nuestras estudiantes la continuidad de sus estudios. Esta noticia fue de gran gozo para la comunidad educativa ya era el anhelo de muchas estudiantes padre y apoderados que se hizo realidad.
En el año 2010 a causa del terremoto que azotó fuertemente a nuestro país el antiguo edificio colapsa y fue necesario reconstruirlo. La Directora de ese entonces Hermana Bibiana Saavedra Rojas, junto a la comunidad se organizó y realizó diversas actividades para reunir fondos y se adjudicó un proyecto donde el Ministerio de Educación entregó un aporte considerable con el cual se construyó un pabellón de tres pisos y que se inauguró el año 2014.
En el año 2011 egresó la primera promoción de estudiantes de Cuarto Medio, con la modalidad Científico Humanista, siendo 29 las alumnas egresadas.
El 20 de mayo de 2016 se inauguró un auditórium, que lleva por nombre Adelina Ibáñez de Zurita y una construcción independiente para la Educación Parvularia. En aquella ocasión la directora del establecimiento, Sra. Ema Benítez Valdivieso dirige las siguientes palabras:” Nos hemos reunido para celebrar y dar gracias a Dios Padre Providente y a María Madre de Dolores por tantas gracias recibidas durante estos años: hemos visto aflorar desde los escombros un nuevo edificio y hoy nos llena de gozo poder inaugurar las nuevas dependencias del nivel de Educación Parvularia, consistente en una entrada de acceso que facilitará el ingreso de las estudiantes más pequeñas del establecimiento. Y junto a un hermoso patio, donde podrán compartir sus juegos de niñas y hacer vida sus ilusiones infantiles.
Desde el año 2008, nuestro Colegio se adhiere a la Subvención Escolar Preferencial SEP. Estos recursos, permiten brindar de mejor manera una Educación de calidad para nuestras estudiantes.
Debemos destacar que somos un colegio “En Pastoral”, donde todo el quehacer educativo se desarrolla en base al evangelio, donde Cristo es el centro de nuestro diario vivir y eje transversal para la vida académica de toda la comunidad.
Desde el 26 de febrero de 2016, según resolución Ex. N° 0198, somos un colegio en gratuidad que acoge, apoya y acompaña el quehacer educativo de todas las estudiantes que deseen integrarse a nuestra comunidad
Para dar término a este recorrido por la Historia de nuestro Colegio Providencia de Linares, pedimos que la Providencia de Dios nos acompañe y nos guíe para cumplir la misión encomendada por la sierva de Dios Bernarda Morín; es decir “formar y acompañar a las estudiantes, para que puedan colaborar en la construcción de un país más justo y solidario.
El colegio Providencia de Linares cuenta en la actualidad con 967 estudiantes, desde Pre – kínder a 4° Medio.