El jueves 17 de abril, nuestro colegio vivió una emotiva jornada de recogimiento y espiritualidad al conmemorar el Jueves Santo, una fecha de profundo significado para el pueblo católico, en la que se recuerda la Última Cena de Jesús junto a sus discípulos. Esta conmemoración se desarrolló en distintas etapas, involucrando a toda la comunidad educativa.

Durante la mañana, el gimnasio de nuestro establecimiento fue el escenario donde se realizaron dos significativas liturgias. En primera instancia, fueron las estudiantes desde Pre-Kínder hasta Tercer Año Básico quienes participaron de la ceremonia de bendición del pan y la uva. Con mucho respeto y atención, las más pequeñas vivieron este momento que simboliza el cuerpo y la sangre de Cristo, en un ambiente lleno de espiritualidad y recogimiento.

Posteriormente, fue el turno de las estudiantes desde Cuarto Año Básico hasta Cuarto Año Medio, quienes también participaron en la liturgia guiada por nuestro capellán, el Padre Juan Pinto. En esta ocasión, las jóvenes reflexionaron sobre el amor, el servicio y la entrega de Jesús, recordando el gesto del lavatorio de pies como ejemplo de humildad y vocación de servicio hacia los demás.

Más tarde, los funcionarios del establecimiento participaron en una jornada especial de reflexión orientada a profundizar en el significado del Jueves Santo. Esta instancia fue dirigida por el profesor de Religión, Luis Sagal, y permitió a los asistentes conectarse desde lo personal y comunitario con el sentido profundo de esta celebración cristiana, fortaleciendo los vínculos espirituales entre los miembros del equipo de trabajo del colegio.

Para culminar esta jornada tan significativa, por la tarde-noche nuestra comunidad educativa se reunió en la Iglesia Catedral de Linares, participando en una solemne ceremonia de Adoración al Santísimo. Esta actividad representa un acompañamiento simbólico a Jesús en las últimas horas antes de su pasión, y fue vivida con recogimiento y devoción por las familias Providencia, quienes llenaron completamente el templo.

Como Colegio Providencia de Linares, nos sentimos profundamente agradecidos y contentos de haber vivido una jornada cargada de espiritualidad, unión y fe. A través de cada momento, desde la bendición del pan y la uva hasta la adoración en la Catedral, pudimos renovar nuestro compromiso cristiano y acompañar a Jesús en su camino hacia la cruz. Sin duda, fue una jornada significativa que quedará grabada en el corazón de cada miembro de nuestra comunidad educativa.

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